La Razón de ayer traía una entrevista con el presidente del PAN, “partido de la buena gente”, como dicen muchos mexicanos, incluso algunos que no lo votan. Luego están las chorradas de las amistades de Trinidad Jiménez y las boberías del corresponsal progre “armariado” de un importante medio de comunicación mejicano: conspiraciones clericales, ultraderechismo etc... Qué les voy a contar que ustedes no sepan, excepto lo del corresponsal, claro. Eso de jalear a ZP y Zerolo y sacar del armario al contrincante político mientras uno se construye uno de acero me parece muy incoherente.
Sin embargo, a pesar de ser el partido menos corrupto del país, y con diferencia el más cabal, el PAN no se desprende del patrioterismo típico de la cultura política parroquial mexicana. Tarea arduo difícil y que llevará mucho tiempo. Pero una cosa es el realismo que impone la política partidista en una democracia populista y otra contribuir a la ignorancia. Dice el Sr. Espino que “un día sin mexicanos... y Estados Unidos vivirá el caos”. No lo dudo, aunque dada la flexibilidad del mercado laboral de los EEUU seguro que los gringos se las arreglan para recuperarse del shock antes de lo previsto.
Por otra parte, ¿tienen los mexicanos residentes en los EEUU, ya sean con o sin papeles, algún motivo importante para ponerse en huelga? Por desgracia, hay muchas más razones para la huelga en México, por ejemplo el caciquismo, los desorbitantes sueldos de los congresistas federales y estaduales y las prácticas mafiosas y de rapiña de las empresas públicas, por mencionar sólo tres. De esas cosas debería ocuparse el líder del PAN más que de decir idioteces.
Más aún, ¿qué ocurriría en México y repúblicas aledañas si algún político norteamericano comenzase a calificar de ignominia el dinero que los inmigrantes envían a sus familias y los votantes aprobaran un día sin remesas? Mejor será que Espino, ataje la corrupción, deje en paz a los emprendedores, ataque la mafia sindical de los monopolios y muéstrese firme con los desmanes del delincuente López Obrador. Esto es, que se ocupe más de la libertad de sus ciudadanos y deje que los estadounidenses cometan sus propios errores. Más de cien millones de mexicanos se lo agradecerán. Y lo que es mejor, hasta es posible que no le pidan que se baje el sueldo.
Sin embargo, a pesar de ser el partido menos corrupto del país, y con diferencia el más cabal, el PAN no se desprende del patrioterismo típico de la cultura política parroquial mexicana. Tarea arduo difícil y que llevará mucho tiempo. Pero una cosa es el realismo que impone la política partidista en una democracia populista y otra contribuir a la ignorancia. Dice el Sr. Espino que “un día sin mexicanos... y Estados Unidos vivirá el caos”. No lo dudo, aunque dada la flexibilidad del mercado laboral de los EEUU seguro que los gringos se las arreglan para recuperarse del shock antes de lo previsto.
Por otra parte, ¿tienen los mexicanos residentes en los EEUU, ya sean con o sin papeles, algún motivo importante para ponerse en huelga? Por desgracia, hay muchas más razones para la huelga en México, por ejemplo el caciquismo, los desorbitantes sueldos de los congresistas federales y estaduales y las prácticas mafiosas y de rapiña de las empresas públicas, por mencionar sólo tres. De esas cosas debería ocuparse el líder del PAN más que de decir idioteces.
Más aún, ¿qué ocurriría en México y repúblicas aledañas si algún político norteamericano comenzase a calificar de ignominia el dinero que los inmigrantes envían a sus familias y los votantes aprobaran un día sin remesas? Mejor será que Espino, ataje la corrupción, deje en paz a los emprendedores, ataque la mafia sindical de los monopolios y muéstrese firme con los desmanes del delincuente López Obrador. Esto es, que se ocupe más de la libertad de sus ciudadanos y deje que los estadounidenses cometan sus propios errores. Más de cien millones de mexicanos se lo agradecerán. Y lo que es mejor, hasta es posible que no le pidan que se baje el sueldo.