Sin embargo, hoy día 1 de noviembre el canal favorito de los secuaces de la Alianza de Civilizaciones ha superado cualquier límite imaginable. En el informativo de las dos de la tarde la presentadora Ralitsa Vassileva, un fichaje búlgaro de la cadena -a juzgar por los atuendos de la señora, uno juraría que para ella el Muro nunca cayó- anuncia que "El gobierno de Siria ha autorizado a sus ciudadanos a manifestarse contra la última resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas contra el país". Sobre imágenes de "manifestantas" formadas en perfectas hileras en un magnífico césped agitando idénticas banderas nacionales, la presentadora explica el contenido de la resolución y la respuesta del gobierno sirio. A continuación, y mientras continua el barrido de la manifestación más disciplinada que nunca se haya visto, una voz de mujer no identificada proclama que Siria quiere cooperar, que la resolución es un ataque contra Siria y la especial relación del país con el Líbano y que el pueblo Sirio se manifiesta contra esta agresión. Ni CNN ni Vassileva se dignan facilitar el origen de tal alocución.
El plano vuelve a la glamurosa búlgara, quien afirma que "la Resolución de las Naciones Unidas contempla posibles sanciones, aunque los expertos las desaconsejan" e inmediatamente se nos ofrece el testimonio de un señor, está vez identificado por su nombre, aunque ignoramos en calidad de qué ha sido invitado por CNN para dar su opinión, que arremete contra las Naciones Unidas. En estos momentos me pregunto si estoy viendo CNN o tal vez la versión en inglés de Al Jazeera o de la Tele Sur Castro-Chavista. Intolerable manipulación, falta absoluta de moral, carencia total de cualquier respeto a la deontología periodística, me digo. Supongo que para conseguir imágenes CNN habrá negociado convertir una noticia en un publireportaje de la dictadura siria. No se puede caer más bajo... ¿o sí?
A las siete de la tarde vuelvo a sintonizar el canal de noticias, que esta vez abre Tim Clancy, quien informa sobre el homenaje celebrado en la Catedral de San Pablo de Londres en honor a las víctimas de los atentados terroristas del pasado siete de julio. Tras la información y las imágenes del acto, el locutor anuncia una entrevista con la madre de una de las víctimas. La pantalla se parte, y la entrevistada aparece a la derecha, mientras que Jim, situado en otro estudio, queda a la izquierda. La señora, cuyo nombre no recuerdo, tiene un fuerte acento árabe, va vestida de negro y lleva unas gafas aparentemente gruesas. La primera pregunta es: "¿Qué le pareció la ceremonia?". La respuesta, en tono bastante sarcástico, es: "Bonita, casi bonita para ser una ceremonia cristiana".
A continuación el presentador pregunta y repregunta sobre los sentimientos de la entrevistada, quien de repende comienza a agitarse y a titubear. Clancy indice en los sentimientos, hasta que balbuceante, ella responde "me siento enojada". "¿Con quién?", interroga Clancy en un tono un tanto impaciente. "Con los terroristas" dice la señora, cada vez más nerviosa y mirando a derecha e izquierda. "¿Con alguien más?" sondea Clancy, esta vez visiblemente inquieto e impaciente. "Con... con el gobierno... por... porque... no se ha ocupado de nosotros.... no nos ha dado ninguna ayuda" explica ella mientras sigue con la vista una línea imaginaria de derecha a izquierda, es decir, de izquierda a derecha desde el punto de vista del espectador, es decir, como si estuviera leyendo un teleprompter. A partir de ese momento, el locutor, algo más relajado, invita a la señora a profundizar en el asunto, y ella sigue relatando, sin parar de mover la vista, e incluso la cabeza, de derecha a izquierda, las iniquidades del gobierno británico y a pontificar contra la guerra de Irak.
¿Desde cuando los entrevistados usan un teleprompter para responder preguntas? ¿Cómo puede una empresa de comunicación seria convertir una entrevista aparentemente espontánea con un ciudadano "de la calle" en un evento con guión previo en el que el interrogado lee parsimoniosamente lo que el editor le muestra en la pantalla? Efectivamente, CNN Internacional no puede caer más bajo en la manipulación y en la emisión de propaganda camuflada bajo un aparente testimonio tomado al azar. Hacía varias semanas que no veía el canal, pero después de esto estaré más atento a sus informativos. No sé si lo visto hoy habrá sido la obra de algún editor incontrolado cuyo celo ideológico se le ha escapado a la cadena. O tal vez he presenciado un nuevo hito en la campaña antinorteamericana de CNN, que ya ni se molesta en disfrazar su burda manipulación de los hechos a mayor gloria del islamismo y las dictaduras de Oriente Medio. Y luego se quejan cuando el director de Fox News los tacha de antipatriotas.
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