La salida apresurada de Piqué abre una gran oportunidad para el Partido Popular en Cataluña: una opción liberal. Sería un error promocionar a personas como Alberto Fernández, de conocidas tendencias fachas y altura intelectual bastante deficiente.
En el Partido Popular hay personas de sobra que pueden hacerse cargo de ese partido en Cataluña y marcar un giro liberal que defienda los derechos individuales de los castellanohablantes y plante cara al intervencionismo y populismo del resto de las fuerzas políticas.
Ese cambio lo representan personas como los diputados Daniel Sirera, Carina Mejías y Rafael López Rueda -colaborador de Catalunya liberal- aparte de los mencionados por la prensa Sánchez Camacho y García Albiol.
Nos guste o no, la cultura política de Cataluña es algo diferente a la de muchas otras regiones. La mayoría de los catalanes dicen sentirse españoles y catalanes a partes iguales. El antídoto contra el veneno identitario y socialista no puede basarse en un españolismo rancio e igualmente colectivista que el PP no defiende en ninguna parte, sino en la defensa de la sociedad civil frente a la oligarquía nacional-socialista.
Creo que la salida de Piqué es una gran oportunidad para el PP, que podría dar un giro liberal justo en la región española donde el intervencionismo es más atroz. Veremos qué pasa esta tarde...