No me sorprende que hayan pillado a un afiliado sirio al PSOE con temporizadores en casa. Si yo fuera terrorista, también me haría socialista para que Pepe Blanco me defendiera.
Bromas aparte, es realmente interesante la fascinación que buena parte de la izquierda española ha sentido y siente por las bombas y el terrorismo. Y no hablo de los Galas y Goytisolos, que al igual que Foucault convierten una perversión sexual en teoría social -¿para cuándo una ONG Salvemos a los niños moros de los depredadores hispanos?- sino de algunos intelectuales que se han dedicado a predicar las virtudes del terrorismo como camino a la paz.
Me refiero, como no, a gente como el insigne profesor Roberto Mesa, defensor incondicional del terrorismo en La lucha de liberación del pueblo palestino y otros textos. Por desgracia, la exaltación del genocidio como táctica en la supuesta lucha de liberación de los pueblos ha creado escuela. José Abu Toledo es un ejemplo reciente de este pensamiento absolutamente criminal. Lo llamo así porque alguien que piensa que sería conveniente que, por ejemplo, todos los que escribimos en redliberal fuéramos asesinados, o "despejados del camino", y se dedica a proclamarlo por si acaso alguien le hace caso, es reo de complicidad con el asesinato.
Y junto a Toledo, su mentor, el profesor Ludolfo Paramio, jefe del gabinete de estudios de La Moncloa y director de la tesis doctoral de José, en la que junto a la exaltación continua de la masacre de la población civil israelí se afirma, entre otras cosas, lo siguiente:
"La II Guerra Mundial situó a los sionistas en una grave paradoja ya que, de un lado, luchaban contra Gran Bretaña en tanto que potencia mandataria y, de otro, formaron una alianza con la misma en contra de las potencias del Eje. No sorprende esta contradicción ante el antagonismo más serio que, llevado por su relativismo táctico, supuso su cooperación con los nazis (Abbas, 1987) o su pasividad (Bollo, 1982: 74-7), precedidas por la colaboración del sector revisionista con el antisemitismo (Permutter, 1989: 44)".
Con consejeros así, ¿a quién le sorprende que ZP diga las barbaridades que dice sobre ETA? Cualquier día de estos son capaces de proponer a Otegui como embajador ante la ONU o representante español en cualquier comisión internacional de derechos humanos. Estamos apañados.
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
1 comment:
El Antisionismo, forma actual de Antisemitismo, une, incondicionalmente, a una variedad extensa de signos ideológicos y políticos, desde la extrema derecha, hasta la extrema izquierda, pasando por la falsaygiliprogresía, o el conservadurismo clásico europeo...
En fin, con enemigos así, que orgulloso me siento de ser sionista.
Post a Comment