Monday, June 26, 2006

Pesadillas randianas hechas realidad

Reproduzco una carta enviada por un sufrido usuario de las líneas férreas inglesas privatizadas. La misiva, que parece sacada de alguna novela de la Rand, es un perfecto ejemplo del "capitalismo de los amiguetes", que no liberalismo. El mecanismo es simple: se convierte a los trabajadores, clientes y ciudadanos en rehenes esclavos de pequeñas oligarquías monopolísticas de mangantes aspirantes al pelotazo co-financiado por el contribuyente. Privatización de beneficios y socialización de costes. Esto es lo que algunos tememos pueda ocurrir con TVE y alguna otra empresa en un futuro no muy lejano:

Como cientos de otros viajeros, tengo la desgracia de tener que trasladarme a Londres en la GNER, una empresa ferroviaria fuertemente subsidiada y despreciativa que, como no tiene competidores, pone los beneficios por encima de los clientes.
Mi trayecto desde Newark a King's Cross es el más caro por milla de todo el país. Utilizo el billete "barato" de ida y vuelta, que me cuesta 50 euros al día, y tomo el tren de las 6:50 pm para llegar a casa y ver a mi hija antes de que se duerma. Suelo aparecer a eso de las 8 y media, cuando ella ya está en pijama esperándome. Como le puedo dar un beso de buenas noches, al menos no parece que trabajase tan lejos.
Sin embargo, desde el 10 de junio la GNER, una empresa que recibe varios millones de euros en subsidios de los contribuyentes, ha cambiado el tren de vuelta de los que pagamos el billete "barato" a las siete y media de la tarde. Supongo que así podrá llenar el tren anterior de personas con los gastos de viaje pagados, mientras que los viajeros como yo tendremos que esperar.
Si quiero tomar el tren de las 6:50, tendré que gastarme 110 euros al día, más del doble de lo que pago actualmente. No tengo otro remedio que llegar a casa más tarde, de modo que mi hija no me verá antes de dormirse.
Esto muestra cómo una empresa sin respeto por sus clientes puede acabar con la calidad de nuestras vidas. Lo más gracioso del asunto es que el día 10 de junio, cuando llegue a mi pueblo tres cuartos de hora más tarde lo normal, el guardia me dirá: "Gracias por viajar con GNER". Como si tuviera otra elección.
Mickey Burke, Netteham, Lincs. (The Daily Mail, 30 de mayo de 2006).

3 comments:

ayalgueru said...

de lo peorcillo ,,,

yo tambien vivo en inglaterra y el tema de los trenes es de traca. Privatizaron si pero como cada linea pertenece a una empresa distima y solo a una es un monopolio total cobran lo que quieren ( o vas con ellos o no vas) y el servicio es mi-erda pura.

si no lo compras con semanas o meses de antelacion puedes llegar a pagar 150-180 euros por un trayecto de 150km ida y vuelta y acabar sentado en el suelo al lado del cuarto de banio por el privilegio (esto es real y me paso a mi )

saludos

Fliper said...

No entiendo muy bien la relación entre monopolio y el caso que se relata. ¿Quiere decirse que las empresas que tienen el monoplio "amiguístico" se dedican a joder por gusto al pasajero? Si ha habido ese cambio, es porque la empresa considera que es beneficioso para la misma. Puede ser bueno o malo para los clientes, pero es una decisión de empresa. Si existiesen más empresas de ferrocarril gestionando una línea sería caótico y absurdo. Una vía del tren no es como una carretera. Pero en cualquier caso, estamos hablando de un caso particular que empeora, un caso muy particular. Pongamos por caso que la empresa ha decidido retrasar el viaje para poder hacer que viajen más pasajeros a esa hora y fidelizar a clientes con eso que llaman "billetes baratos". ¿Realmente una empresa privada sin exclusividad iba a gestionar su política de horarios porque un cliente quiere ver a su hija antes de que se vaya a la cama? Por favor!

Libertymad said...

1. No es un caso particular. Es la norma en un país con una de las mayores densidades férreas del mundo.
2. No has leído bien la carta. Esa línea, como muchas otras allá, está subsidiada por el contribuyente. Estas ayudas son discrecionales.
3. No se fidelizan clientes con el monopolio. Eso sí que es absurdo. Cuando no hay elección no hay clientes fieles, sino rehenes.
4. Tal vez una empresa privada sin subvención y con competencia -la línea férrea no es una carretera, pero sí es una red. Puede haber distintas compañías compartiendo partes de la red, como de hecho sucede en el Reino Unido. Si tienes tiempo, mira un mapa- pondría más trenes, y en ese caso sí que intentaría fidelizar clientes ofreciendo tarifas y horarios atractivos.
5. ¿Has oído hablar alguna vez de la hora punta? No tengo espacio para explicártelo, pero seguro que no te cuesta mucho enterarte. Es algo que las empresas de transporte conocen muy bien. ¿Por qué las empresas no pueden competir por ofrecer el mejor servicio en esos horarios, y que sea el usuario el que decida el dinero que quiere gastar y a qué hora quiere llegar a casa?
Esta carta es lo que se llama un caso ilustrativo, que es fácilmente generalizable -vuelvo a lo de la hora punta. Si no entiendes esto, no sé en qué mundo vives; tal vez en uno muy virtual.



No es un cliente que quiere ver a su hija,