Éxito del PP y fracaso de los provocadores

Según me cuentan, ocurrió que un grupo de hombres apareció portando una soga (madera y cuerda) y un cartel pidiendo la horca para el presidente del Gobierno. Algunos manifestantes intentaron sin exito alguno disuadirles de la idea de portar tan oscuro simbolo. Finalmente los manifestantes avisaron a la policía. Resultó que los alborotadores se identificaron como miembros de la Guardia Civil. La pregunta para Joan Mesquida es, ¿estaban de servicio? Espero que el gobierno aclare cuanto antes esta cuestión. El asunto resulta bastante oscuro. Para empezar, no vendría mal que se publicaran los nombres de los agentes y la sanción correspondiente, y que los medios de comunicación independientes indagaran en las razones que llevaron a los guardias a protagonizar un hecho tan desagradable y desde luego condenable. ¿Algún testigo ocular más de lo ocurrido que pueda confirmar el incidente?

Aparte de esto, yo que Zapatero despedía al equipo de propaganda –se llame como se llame, a eso se dedica- ipso facto. No sólo pincharon en la manifestación de los sindicatos del mes de Enero, sino que el clamoroso éxito cuantitativo y cualitativo del PP del pasado sábado demuestra que el tiro les está saliendo por la culata. Cuidado con tanto proyectil errado, no vaya a ser que el próximo impacte contra alguno de los muros de sustentación monclovita y la casa se les venga abajo. Por si las moscas, que compren un casco a prueba de la lluvia de cascotes que se les avecina cuando cometan el próximo error, que me temo no tardará mucho.

Moncloa se congratula de que sólo el 3% de los votantes del PP asistiera a la manifa. Entonces, ¿qué tanto por ciento de los del PSOE acudió a la de apoyo a ZP de los sindicatos, a la que fue sólo una décima parte de gente? Como estuve en las dos puedo decir que calculando la superficie ocupada en el momento álgido de cada mani, la proporción que me sale es esa, o tal vez alguna ligeramente mayor a favor del PP si incluimos la densidad. ¿Es que no hay nadie en Presidencia de Gobierno con capacidad para decir algo que no evoque la fallida marcha pro negociación con ETA?

En cuanto al éxito cualitativo, basta escuchar los furibundos ataques contra el PP de los ultras que llamaban ayer al programa del falangista Eduardo García Serrano en Radio Intercontinental de Madrid. Si querían pescar en algún río revuelto, las piezas se les han escapado por entre los dedos como anguilas. Tal vez consigan un puñado de afiliados más, pero la gente no está por hacerse antisistema a las primeras de cambio, por muy antidemócratas que sean ZP y su pandilla. Basta que Rajoy ejerza un liderazgo racional y que sea capaz de verbalizar lo que muchos pensamos para que al que se la haya pasado por la cabeza recurrir a radicalismos se le esfume la idea de la cabeza en menos que canta un gallo.

Creo que el PP cumplió su objetivo con creces, y no sólo porque ZP se lo esté poniendo fácil, sino porque han acertado tanto en el mensaje como en la manera de transmitirlo. ¿Punto de inflexión o sólo una escaramuza? Lo sabremos en las próximas semanas.

Por cierto, no está de más recordar que el PP tiene algunas asignaturas pendientes que por alguna razón no aprobó en sus ocho años de gobierno. Ayer Ángela Vallvey dedicó su Bonus Track –esas canciones de regalo a menudo superiores a los singles- a reivindicar un endurecimiento de penas para los violadores de niños. El código de Belloch de 1995 las rebajó a niveles que si no fuera por lo trágico del asunto podríamos calificar de irrisorios, y a pesar de sus quejas, el PP no remedió el problema ni en su segunda legislatura, cuando podría haberlo hecho gracias a su mayoría absoluta en el legislativo. La libertad sexual entre adultos no está reñida con el castigo severo a los que atentan contra ella, especialmente cuando las víctimas son menores. Yo diría que la primera casi exige lo segundo. Cuanto antes incluya Astarloa esta cuestión en su agenda y en el programa electoral de su partido, tanto mejor para todos.