Paco Ramírez, secretario de organización de la confederación Colegas, responde al artículo Gays de derechas de Beatriz Gimeno, ex presidenta de la Federación Estatal de Lesbianas... en el que defiende a su querida Mariela, sobrina de Fidel y compañera suya en algún congreso organizado en América Latina por partidos pro-castristas, de las críticas recibidas por parte de Colegas, una organización que se sumó a la manifestación celebrada el domingo pasado en Madrid para exigir libertad en la isla. Y yo me pregunto: si tanto le gusta Cuba a Beatriz, ¿por qué no se muda allá una temporada junto a su esposa? Clima benigno, atención personalizada por parte de los gobernantes del país, exotismo... Vaya, que no sé por qué Beatriz desaprovecha esa grandiosa oportunidad de ser feliz en el trópico.
No ofende quien quiere, sino quien puede, y la señora Beatriz Gimeno no puede convertirse en crítica neutral en los ataques a la Confederación COLEGAS, la segunda organización LGTB en España tras su FELGTB. Entre los calificativos que nos lanza el principal es que somos un colectivo gay de derechas, por no seguir el sectarismo de los grupos gays de izquierdas como son la FELGT. Si luchar por la libertad, la democracia y los derechos humanos en Cuba es ser de derechas, seremos de derechas, y si por contra es de izquierdas, seremos de izquierdas. Si apoyar el derecho del Estado de Israel a defenderse del terrorismo integrista de Hamás es de derechas, seremos de derechas, y si por contra es de izquierdas, seremos de izquierdas. Si apoyar el matrimonio homosexual es de izquierdas, seremos de izquierdas, y si por contra es de derechas, seremos de derechas. Si apoyar al asignatura de Educación para la Ciudadanía es de izquierdas, seremos de izquierdas, y si por contra es de derechas, seremos de derechas. COLEGAS es una organización independiente, que no es sectaria ideológicamente, y que tiene miembros que tanto pueden ser de izquierdas como de derechas, y que sin ser una herrramienta de agitación y control por parte de partidos políticos apoyará siempre la igualdad real en la sociedad de gays, lesbianas, bisexuales y transexuales, para que la orientación sexual o la identidad de género no sea objeto de discriminación, sino una característica más en la descripción de una persona.
Defender a estas alturas de siglo XXI la dictadura cubana no sólo es inconcebible en aquellos que luchan por la libertad, la democracia y los derechos humanos de cualquier país del mundo, independientemente del sesgo ideológico que lo sustente, sino que describe mucho a una persona hipócrita con una doble vara de medir, capaz de denunciar la paja ajena e incapaz de ver la viga en su propio ojo.
La señora Gimeno miente soberanamente cuando intenta minimizar la democracia y el respeto a los derechos humanos por parte de Israel, así como las libertades y derechos que los propios gays y lesbianas tenemos en el país hebreo. Incluso intenta justificar el fundamentalismo y el terrorismo de Hamás aduciendo la gran represión por parte de Israel. La señora Gimeno debería mudarse una temporada a la franja de Gaza para que vea realmente como viven las mujeres bajo la Sharia, y veremos si se le permite mantener su feminismo radical en una sociedad controlada por los fundamentalistas. O también una temporada para vivir como una cubana media, y no para tener vacaciones estando en una playa tomándose unos mojitos junto a una guapa mulata, y allí descubriría el verdadero valor de la libertad de expresión así como otros derechos que disfruta en Europa.
Una aclaración. Creo que la señora Gimeno debería comprarse unas gafas de aumento, los dos o 3 miembros que portaban banderas gays como dice maliciosamente eran en realidad una treintena portando varias pancartas y muchas banderas. Si sólo hubieramos sido un par de personas, no creo que sea una amenaza para el monopolio participativo LGTB de la FELGTB, como para tratar de minimizar nuestra actuación, y sobre todo como para tener el honor de recibir sus críticas en un artículo de opinión. Otra aclaración, señora Gimeno. La FELGT no es la organización que ha conseguido todos los derechos GLBT en nuestro país, han sido también muchas otras organizaciones LGTB, así como las redes del tejido asociativo, pero sobre todo ha sido por un cambio de conciencias global al que han contribuído directamente los propios LGTB con su autoaceptación y su normalización en sus círculos más cercanos: familias, vecinos, compañeros de trabajo, etc.. Querer ponerse ahora todas las medallas y arrostrarse la exclusiva y total representatibilidad de los gays y lesbianas de nuestro país dice mucho de una persona y de una organización totalitaria. Todo esto y mucho más, hace evidente esta "dictadura rosa" de la FELGT que intenta imponer su ideología sectaria acabando con los disidentes, acallando a las voces discrepantes y no dejando resquicio en absoluto para la democracia interna y la libertad de pensamiento y de expresión.
Y para terminar, querida Beatriz, es cierto que se puede ser gay y de derechas, y se puede ser lesbiana de izquierdas y hasta no ser sectaria y mentirosa.
Defender a estas alturas de siglo XXI la dictadura cubana no sólo es inconcebible en aquellos que luchan por la libertad, la democracia y los derechos humanos de cualquier país del mundo, independientemente del sesgo ideológico que lo sustente, sino que describe mucho a una persona hipócrita con una doble vara de medir, capaz de denunciar la paja ajena e incapaz de ver la viga en su propio ojo.
La señora Gimeno miente soberanamente cuando intenta minimizar la democracia y el respeto a los derechos humanos por parte de Israel, así como las libertades y derechos que los propios gays y lesbianas tenemos en el país hebreo. Incluso intenta justificar el fundamentalismo y el terrorismo de Hamás aduciendo la gran represión por parte de Israel. La señora Gimeno debería mudarse una temporada a la franja de Gaza para que vea realmente como viven las mujeres bajo la Sharia, y veremos si se le permite mantener su feminismo radical en una sociedad controlada por los fundamentalistas. O también una temporada para vivir como una cubana media, y no para tener vacaciones estando en una playa tomándose unos mojitos junto a una guapa mulata, y allí descubriría el verdadero valor de la libertad de expresión así como otros derechos que disfruta en Europa.
Una aclaración. Creo que la señora Gimeno debería comprarse unas gafas de aumento, los dos o 3 miembros que portaban banderas gays como dice maliciosamente eran en realidad una treintena portando varias pancartas y muchas banderas. Si sólo hubieramos sido un par de personas, no creo que sea una amenaza para el monopolio participativo LGTB de la FELGTB, como para tratar de minimizar nuestra actuación, y sobre todo como para tener el honor de recibir sus críticas en un artículo de opinión. Otra aclaración, señora Gimeno. La FELGT no es la organización que ha conseguido todos los derechos GLBT en nuestro país, han sido también muchas otras organizaciones LGTB, así como las redes del tejido asociativo, pero sobre todo ha sido por un cambio de conciencias global al que han contribuído directamente los propios LGTB con su autoaceptación y su normalización en sus círculos más cercanos: familias, vecinos, compañeros de trabajo, etc.. Querer ponerse ahora todas las medallas y arrostrarse la exclusiva y total representatibilidad de los gays y lesbianas de nuestro país dice mucho de una persona y de una organización totalitaria. Todo esto y mucho más, hace evidente esta "dictadura rosa" de la FELGT que intenta imponer su ideología sectaria acabando con los disidentes, acallando a las voces discrepantes y no dejando resquicio en absoluto para la democracia interna y la libertad de pensamiento y de expresión.
Y para terminar, querida Beatriz, es cierto que se puede ser gay y de derechas, y se puede ser lesbiana de izquierdas y hasta no ser sectaria y mentirosa.
Excepto la referencia a Educación para la ciudadanía, suscribo en su integridad la carta de Paco y le felicito por su honradez y valentía.
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