Leire Pajín pregunta a Ana Mato si usó el regalazo que Correa le hizo a su entonces marido. Seguramente no. Debido a la política de hipocresía impuesta por Aznar y su santa, la inquisidora ambientalista Ana Botella (¿la peor concejala de todos los tiempos? Probablemente) Mato y su marido tuvieron que fingir un matrimonio que no existía desde finales de la década de 1990. Aguantaron unos años viviendo separados y por fin se divorciaron. Ella se largó a Europa y a él le hicieron alcalde de Pozuelo. ¡Qué bonito, señor Aznar!
De aquellos polvos de la peor España negra estos lodos. Si el faraón Josemari hubiese permitido la separación cuando esta se produjo en realidad, ahora Ana Mato estaría libre de toda sospecha y despacharía las insinuaciones con un "yo de ese señor no me acuerdo".
Pocos sospechábamos que bajo la sombra alargada del presidente se refugiaba una panda de chorizos. Aznar se fue y dejó la casa hecha unos zorros. Y algunos aún sueñan con su retorno... Dios nos libre de semejante sivergüenza.
RECTIFICACIÓN: Luis Herrero revela en la Cope ante un Federico Jiménez Losantos estupefacto la situación personal de Ana Mato. La mendacidad de los servicios informativos de Cope pone en ridículo a la estrella de la emisora, cuyas fuentes no se dignaron llamarlo para contarle la verdad y evitar que siguiera metiendo la pata. Resulta que Ana y su marido no se han divorciado, sino que desde hace más de 10 año tienen vidas separadas "por el bien de los niños". El tiene una relación con una funcionaria del ayuntamiento de Pozuelo. ¿De verdad que por el bien de los hijos? Más bien lo contrario. ¿Votaría usted a alguien cuya vida es una mentira de principio a fin y que obliga a sus hijos a hacer lo mismo? ¡Qué asco!
No comments:
Post a Comment