Aparte de preguntarme hasta qué punto tipos como los curas homosexuales pederastas son fruto de la represión (por cada gay que sale del armario, creo que hay un loco en potencia menos; por desgracia hoy en día algunos retornan a él y se vuelven majaras, pero eso es otra historia bastante más trágica), me gustaría recordarles a todos esos que Juan Pablo II se refirió al asunto en varias ocasiones. O no le hicieron caso, o pensaron que lo decía con la boca pequeña. No sé, pero creo que más de uno debería confesarse por su silencio de entonces.
Creo que en este asunto los Papas sí estuvieron a la altura de las circunstancias, pero muchos obispos y el laicado radical no. El domingo pasado un tal de la Hera (el apellido le viene que ni pintado; parece que nunca hubiera salido de allí) que trabaja en Más se perdió en Cuba, un programa de Intereconomía, se descolgaba con gilipolleces como que la pederastia entre los curas es mucho menos frecuente que en otros sectores (¿en cuáles, tal vez entre los médicos, los maestros...? Además de gagá, majadero el señor) y se apuntaba a las críticas contra los obispos que permanecieron impasibles. A buenas horas mangas verdes, pedazo de hipócrita resentido (siempre anda quejándose de que Aznar no le dio un gran cargo en su Gobierno; menos mal). Por otra parte, el señor aboga por reprimir a los homosexuales, es decir, por fabricar más pederastas en el seno de la Iglesia. ¿Tendrá que tocarle a algún miembro de su familia (Dios no lo quiera, pero el señor lo pide a gritos) para que se entere de que posturas como la suya con precisamente las que crean monstruos come niños?
ABC, 31 de de marzo de 2002, por Juan Vicente Boo:
Juan Pablo II reprende en una carta abierta a los sacerdotes. Delitos intolerables. Agosto de 1993, en
Siento incidir tanto en el tema de los neo nacional-católicos, pero es que creo que son un gran peligro no sólo para la libertad y la democracia, sino además para el resto de los católicos. Deberían ser denunciados y repudiados como se merecen.
Por cierto, el domingo pasado El País incluía esta cita del último libro del cardenal Martini, elevado a arzobispo de Milán por Juan Pablo II y que nunca ha tenido un problema doctrinal, al contrario que algunos teólogos nacional-católicos que se dedican a lanzar anatemas desde sus patéticas torres de marfil olvidando su propio pasado al borde de la herejía:
Tengo conocidos que son parejas homosexuales, hombres muy estimados y muy sociables. Nunca se me ha pedido, ni a mí se me ha ocurrido, condernarles.
Ya pueden ir pidiendo algunos su excomunión y que lo quemen en la hoguera.
1 comment:
Creo que no debes sentir el incidir en el problema de los que tú llamas neo nacional- católicos. Al contrario, haces una labor muy necesaria.
Yo también creo que son un peligro para la libertad, la democracia y los valores católicos de los que ellos se apropian.
Además de pontificar sobre la moralidad personal según su cerril criterio, se caracterizan también por contribuir a la confusión de ideas dominante al presentarse como defensores del "liberalismo económico" porque son firmísimos partidarios de la propiedad privada. La suya, claro, y la de los demás según convenga. Son la principal reserva intelectual del "socialismo de derechas". So capa de la defensa de altos fines esconden el ansia de mandar y dirigir a los demás y para proteger sus intereses no dudan en cambiar de postura si así les viene mejor. Fariseos.
El medio al que aludes es uno de sus viveros y ejemplo paradigmático.
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