Tras las aventuras sexuales del senador Larry Craig ("no soy gay ni nunca lo fui, pero las pollas me vuelven loco") por los servicios del aeropuerto de Minneapolis, que le costaron un arresto por "conducta desordenada" y las acusaciones de adolescentes que supuestamente habían sido acosados por este representante del ala teocon del Partido Republicano, ahora le llega el turno a otro símbolo de lo que algunos llaman "los valores", John Ensign, un devoto evangélico que ha tenido que admitir haber mantenido una relación con una empleada suya cuyo marido también trabajaba para él.
Al final va a ser verdad eso que me dijo un amigo hace algún tiempo: a este paso, mañana nos enteraremos de que alguno de los líderes del movimiento pro-vida está casado con un médico abortista o que es accionista de alguna clínica. No me extrañaría.
Al final va a ser verdad eso que me dijo un amigo hace algún tiempo: a este paso, mañana nos enteraremos de que alguno de los líderes del movimiento pro-vida está casado con un médico abortista o que es accionista de alguna clínica. No me extrañaría.
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