Friday, January 18, 2008

Ron Paul y John McCain, las manzanas de la discordia

La revista Reason publica un informe según el cual los célebres comentarios supuestamente racistas y homófobos de Ron Paul, quien hace una semana afirmó no saber quién los había escrito, podrían deberse al mismísimo Llewellyn Rockwell, fundador del Instituto von Mises. Rockwell fue jefe de gabinete de Paul entre 1978 y 1982 además de vicepresidente de Ron Paul & Associates, empresa disuelta en 2001.

Según los testimonios recogidos por la revista, Rockwell y Rothbard diseñaron una táctica consistente en la explotación del racismo y el resentimiento clasista para así forjar una coalición con los paleoconservadores populistas.

Parte de esta literatura ha sido recientemente publicada por la revista The New Republic. Rockwell ha desmentido a esa revista ser el autor de los textos. Sin embargo, se ha negado a hablar del asunto con Reason.

En 1988, la revista American Libertarian señaló a Rockwell como el autor de los escritos firmados por Paul. Por su parte, Wendy McElroy afirma que el nombre del "negro" de Paul es un "secreto a voces en el círculo en el que me muevo", y recientemente ha reproducido en su blog un artículo de RightWatch que citaba a Rockwell como uno de los causantes de la inflitración de elementos racistas en el movimiento libertario.

Timothy Wirkman Virkkala, antiguo editor de la revista Liberty, también menciona a Rockwell y a Rothbard como dos de las personas que estaban detrás de los controvertidos textos de Paul, que le reportaron un total de 940 mil dólares anuales, según documentos fiscales a los que Reason ha tenido acceso.

La revista cita dos artículos, The Case for Paleo-Libertarianism, escrito por Rockwell en 1990, y
Right-Wing Populism: A Strategy for the Paleo Movement, un texto de Rothbard de 1992, para demostrar la plausibilidad del uso intencionado del racismo y la "homofobia" a fin de ganar adeptos a la causa libertaria.

El artículo continúa alabando la campaña que en la actualidad Ron Paul está llevando a cabo, y concluye con el siguiente párrafo:

Sin embargo, los nuevos partidarios [de Ron Paul], muchos de los cuales están conociendo por primera vez las ideas libertarias gracias a la Ron Paul Revolution, se merecen una explicación más sincera que la proprcionada hasta el momento sobre cómo el nombre de su candidato acabó encabezando tantas malas palabras. Puede ser que Paul no sea un racista, pero estuvo implicado en una estrategia de acercamiento a los racistas, y asumir la "responsabilidad moral" por ello ahora conlleva más que simplemente decirlo. Conlleva lidiar con su propio pasado y reconocer quién dijo qué, y por qué. De no ser así, se arriesga a dañar no sólo su propia reputación, sino también la de la filosofía a la que ha dedicado su vida.

Por lo visto, Ron Paul y sus benefactores suscitan dudas más allá de Red Liberal. You may insult me now. Pero antes de que lo hagan, lean esta interesante carta, publicada también en que se queja del apoyo de la revista al senador John McCain y de la forma engañosa en que según él la publicación está presentando la trayectoria política del candidato republicano:

Ya sabemos que el tipo os gusta, pero por favor, cuenten a los lectores quién es en realidad, no quien os gustaría que fuera.

Creo que el comentario se podría aplicar a algunos de los más entusiastas fans de Paul. Una vez más debo recordar a mis amigos que este post no ha sido financiado ni por la CIA ni por el Mosad, y que tampoco le debo nada a Rockwell, ni siquiera un pasaje de avión. Ser agradecido es de bien nacidos, pero creo que la decencia debería costar algo más que un curso en el von Mises Institute.


22 comments:

Anonymous said...

El asunto se pone jugoso... no me extraña de Rothbard... a un impresentable capaz de forjar alianzas con trotskistas, con vietnamitas, que celebra con Champán la caída de Saigón solo para intentar dañar al gobierno de su país, incluso se le quedaría corta la estrategia esa de adoptar el lenguaje racista de los sureños.

J said...

A estas alturas parece ya evidente que la ideología anti-Big Government no basta para explicar tanta invectiva contra Lincoln.

Fernando A. Ramírez Martínez said...

Pues no me sorprende nada. No se porqué a mi el instituto Ludwig von Mises siempre me ha olido a anarquismo, confederación, esclavitud y segregación. Espero que a los acólitos de Ron no les moleste porque la combinación Rothbard + Lincoln fue malo + Auburn, AL apunta precisamente a eso.

Stewie Griffin said...

Vera usted, me parece lógico que para convencer de la naturaleza del gobierno y para demostrar que la existencia de este causa todo tipo de problemas, se adopte una postura empatica con respecto al destinatario del mensaje. De esta forma para convencer a un racista le diras que en un mundo libertario podra vivir en un barrio libre de otros grupos etnicos si así lo acordaran los propietarios del mismo.

A un homofobo le diras que en un mundo totalmente libertario seran posibles los club sociales de tipo ultraconservador que excluyan a los homosexuales y otras personas con conductas sexuales desviadas (desde su punto de vista).

A alguien preocupado por los más desfavorecidos le diras que el estado bloquea la verdadera solidaridad y que además no es posible que la distribuya de la forma más optima.

El enemigo de mi enemigo es mi amigo y (casi) todos tenemos el mismo enemigo: el estado. Así que no estaras contando ninguna mentira a nadie.

El libertarianismo no busca un hombre nuevo con más moral, con menos prejuicios o menos malvado, si no una organización social basada en el respeto por el individuo y los derechos de propiedad.

Así que no veo a que viene tanto rollo. Si los racistas americanos son contrarios al gobierno bienvenidos sean a la causa libertaria, de la cual solo estan excluidos los criminales (cosa que se convertirian de forma individual si su odio se traduce en acciones invasivas concretas), no aquellos con prejuicios raciales o sexuales (si hay algo más reprobable que el racismo es el antiracismo a la fuerza).

Que individualmente decidas no relacionarte con personas con prejuicios de este tipo, desde el punto de vista del Derecho, es el mismo caso que si ellos deciden no hacerlo con los chinos o los homosexuales.

Los conflictos de este tipo se resolverían infinitamente mejor si los derechos de propiedad estuvieran delimitados de forma concreta, sin recurrir a difusas "propiedades públicas".

Para finalizar mi comentario, reiterar que no creo en mesías liberales, ni en Ron Paul ni en nadie. Si que aprecio la propaganda que esta realizando del libertarianismo. Lo que me sorprendio desde un primer momento es tanta oposición de aquellos que se supone que aún creen en la fantasiosa vía política.

Anonymous said...

"Vera usted, me parece lógico que para convencer de la naturaleza del gobierno y para demostrar que la existencia de este causa todo tipo de problemas, se adopte una postura empatica con respecto al destinatario del mensaje. De esta forma para convencer a un racista le diras que en un mundo libertario podra vivir en un barrio libre de otros grupos etnicos si así lo acordaran los propietarios del mismo."

Claro, claro. Cómo no se nos habrá ocurrido. Las tácticas del "activismo libertario" son todo un mundo.

Comentarios como éste dan la clave de porqué el ancapismo o el "libertarianismo" (o cómo se llame que me da igual) nunca pasará, por suerte, de las charletas de cafetería y de la mayéutica barata y fisking Rallo's style. Tan ufanos ellos de que sus ideas "son la naturaleza humana" y resulta que no entienden un capullo de la realidad de tal cosa: pasa igual que como el canibalismo, el tráfico de esfínteres etc... si creen que la "naturaleza humana" es permanecer indiferente ante cuestiones claramente antihumanas, antiliberales porque "son unos útiles aliados en la lucha libertaria" (sic) es que es evidentemente que esta gente no pasan de meros todólogos y sofistas de tercera, cuando no de hooligans algo peligrosos.

Por otro lado, no sé a qué carajo viene mencionar aquí el derecho de propiedad, porque no tiene nada que ver. Ah sí, todavía me acuerdo de aquél comentario suyo sobre el "canibalismo voluntario" acerca de que nada tenía de reprobable que dos personas se comieran unas a otras "en su propiedad". Juas.

Y que algunos "liberales" sigan viendo a estos como compañeros de viaje... qué triste.

Stewie Griffin said...

Coup, conociendo como te gusta montar bronca por mera diversión, si me lo permites voy a pasar de tus demagogicas palabras.

Una cosa si te dire, yo no he hecho ninguna valoración, ni moral ni de otro tipo con respecto al racismo, la homofobia, el canibalismo voluntario.... Ideas y prácticas que o bien me parecen inmorales o bien estupidas (¿juzgar a alguien por el color de su piel o por lo que haga en la cama?.

Pero nunca contrarias al Derecho, siendo opciones, mejores o peores, posibles y legitimas fruto de la misma libertad de acción y pensamiento.

Ahorrate tus juicios moralizantes y deja de poner palabras o actitudes en mi persona de forma gratuita. Gracias.

Fonseca said...

Eso podría explicar el odio a Lincoln que tienen muchos supuestos libertarios. Personaje que puede tener muchas cosas negras pero abolió la esclavitud, cosa que desde una perspectiva liberal me parece digna de honra.

Un saludo.



Fonseca

Anonymous said...

Sí, eh, Fonseca, además de mandar al diablo la constitución, instaurar una dictadura de facto, cagarse en el habeas corpus, mandar detener a gran parte del congreso de Maryland, chapar más de 300 periódicos disidentes, ordenar el bombardeo masivo de ciudades, ordenar o al menos dar anuencia al terror sobre los civiles (todo ello ejecutado a la perfección por los genocidas racistas y antisureños además de anti-indios etc, que buscaban la supresión total de tales culturas, Sheridan Sherman y Grant, el supertridente yankee) y la total destrucción, enviar incluso una orden de arresto al CHef Justice por criticar la abolición del habeas corpus sin consentimiento del congreso, además de ser un racista impenitente y desear la expulsión a Africa de los negros, además de agredir al Sur (sí, no fue al revés), además de más de 300.000 muertos directos y muchísimos más indirectos (en una población como la de hoy unos 5 millones...) y años de reconstrucciones, heridas sin cerrar, familias destrozadas, dictaduras militares en el Sur (satélites republicanos), podría seguir hasta no parar... y además de todo, dices, abolió la esclavitud...mmmmm la misma deplorable "institución" criminal que en aquellas épocas se iba aboliendo en todo el resto del mundo mediante emancipación compensada y sin muerto alguno...........¿No puede ser llamado un tirano?. Creo que el juandemariana dijo que iba a publicar una traducción al castellano de "The real Lincoln" de Dilorenzo, pero por lo que veo, se ha quedado en agua de borrajas. Saludines.

Adolfo David said...

Fonseca, tambien podemos alabar a Zapatero porque ha legalizado el cambio de sexo por ejemplo. Y como los libertarios somo sectarios en realidad le odiamos por eso.

Iracundo said...

Los ataques a Lincoln que algunos hacen son tan divertidos como repugnantes. Compren mañana El Mundo, que venden un especial sobre discursos de grandes personajes en el que, oh sorpresa, consta el Discurso de Gettysburg.

Siempre será entrañable, he de reconocer, que los que presumen de ser enemigos de toda forma de Estado (incluidas las más legítimas) se metan a constitucionalistas useños. Es la monda.

Interesante artículo, Antonio.

Salud y libre comercio

Anonymous said...

Libertymad,

Las cosas como son, el asunto de las newsletters no deja en buen lugar a Paul (aunque solo sea por su negligencia) ni a quienes estuvieron detrás del material ofensivo. Si esas soflamas racistas y homófobas fueron incluidas deliberadamente como parte de una estrategia para captar fondos y seguidores de entre gente de la derecha dura (anti-estatista pero nacionalista y socialmente ultra-conservadora), shame en quienes la diseñaron y la llevaron a cabo; si fue obra de alguno de los freelance que contrataron para escribir las newsletters para esa audiencia pero no era algo que aprobaron o supervisaron desde arriba, entonces revela en todo caso los peligros de caminar la senda que caminaron: si te acercas mucho al fuego quizás no te quemas, pero es más fácil tropezar y caerte dentro.

Rothbard y Rockwell fueron partidarios en su momento de buscar alianzas con la derecha populista. Puede considerarse un error estratégico pero la propuesta me parece, de entrada, respetable y debatible. Tenían, al fin y al cabo, sus razones: Rockwell, en su panfleto en defensa del Paleolibertarismo en la revista Liberty, exponía la tesis de que el liberalismo no podía triunfar mientras estuviera asociado al libertinaje, y proponía una reordenación del movimiento liberal sobre la base de valores morales tradicionales/conservadores (por ejemplo, defender el derecho de la gente a prostituirse pero sin encumbrar a las prostituas como estaba haciendo el Libertarian Party presentando a una de ellas como candidata). Esta opinión no está carente de mérito (y se oye continuamente por estos lares), aunque yo disiento y creo que ese enfoque no fue exitoso ni puede serlo, al menos del modo estrecho en que lo plantearon. En ningún momento el paleolibertarismo, o la táctica de coaligarse con los paleoconservadores, implicaba recrearse en el racismo y en la homofobia, y hasta donde yo sé y he leído ni Rockwell ni Rothbard hicieron tal cosa. Sí implicaba, por la propia naturaleza de esa coalición, relacionarse con gente que podía simpatizar o compartir con esas actitudes, lo cual, de nuevo, plantea dudas sobre la conveniencia de caminar esa senda. En cualquier caso Rockwell, desde la muerte de Rothbard, se fue retirando a posiciones menos paleos y más libertarias a secas, e incluso admitió que coaligarse con los paleoconservadores tipo Pat Buchanan no trajo al final los frutos deseados y había que aprender de los errores cometidos. La prueba de esa moderación de facto es el hecho de que tanto el Mises Institute como LewRockwell.com albergan tanto paleolibertarios como left-libertarians y, sobre todo, libertarios sin adjetivos, sin que la cuestión del libertinaje/conservadurismo sea un requisito de entrada.

Dicho esto, he estado siguiendo todo lo relacionado con las newsletters bastante de cerca (y también estoy en una lista de correo con gente del Mises y de LRC, así que también tengo un poco de “insidery information”) y me gustaría mencionar un par cosas a vuelapluma y proporcionar varios enlaces:

- No creo, ni nadie parece creerlo, que Paul haya escrito las partes incendiarias ni tuviera conocimiento previo de ellas. Ni es su estilo ni se corresponde con su historial como político. Sobre esta cuestión el artículo de James Harris es el mejor que he leído.

- El material realmente ofensivo (racista y homófobo) de las newsletters es más esporádico de lo que Kirchick da a entender en su artículo en TNR (véase Sudha Shenoy). Además, la mayor parte de lo que destaca como ofensivo francamente no es tan escandoloso o no lo es en absoluto. Sobre todo en la segunda ronda de fragmentos de las newsletters que sacó el periódico. Como el tono de las newsletters es en general bastante exaltado, el efecto de juntar los fragmentos ofensivos con los no-ofensivos es que todo parece ofensivo.

- No sé hasta qué punto Rockwell estuvo implicado en la redacción de esos fragmentos ofensivos, si es que lo estuvo, y no quiero sacar conclusiones hasta que se pronuncie o hasta que haya pruebas más sólidas. Por ahora todos los que le señalan con el dedo con tanto ímpetu no han aportado más que habladurías (que si Wendy y Wirkman han oído tal, o que si Dondero –un antiguo empleado de Paul resentido y con fama de tener poca credibilidad- dice cual). No creo que sea suficiente para acusar a Lew como lo están haciendo. El silencio de Lew parece auto-inculpatorio pero por otro lado es comprensible en el marco de la campaña de Paul: se niega a dar carnaza a los que le atacan (véase el siguiente punto) para que la disputa muera o se aparque y no distraiga más de lo que ya lo ha hecho.

- Esto se ha sacado de quicio y va más allá de la campaña de Paul y de sus implicaciones para el movimiento liberal: está siendo utilizado para reavivar un conflicto que viene de lejos entre el Mises Institute y el Cato, o entre la línea dura anti-establishment y los llamados “beltway libertarians”, políticamente correctos y ubicados en Washington DC al calor del poder. Detrás de esta trifulca hay mucha historia y supongo que han habido agravios por ambos bandos, pero mi impresión es que ahora algunos liberales de ese segundo grupo están aprovechando el asunto de las newsletters para llevar a cabo una campaña de acoso y derribo contra Rockwell, con el que tienen una cuenta pendiente. Aunque Rockwell, en el peor de los casos, hubiera escrito o aprobado esos fragmentos ofensivos, no creo que estén justificadas los llamamientos a marginar o a excomulgar del movimiento al entorno del Mises Institute, acaso la organización liberal que tiene más seguidores y que difunde las ideas liberales y las enseñanzas de la escuela austriaca con más éxito, a pesar de sus flaquezas. El viraje que ha dado Rockwell en los últimos tiempos alejándose de sus posiciones más paleos dan fe de que si ha cometido algún error en el pasado lo ha intentado corregir, aunque no se haya confesado. Sobre la trifulca, De Coster y Raimondo (no necesariamente estoy de acuerdo con todo lo que dicen).



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Fonseca, a lo mejor el Real Licoln de DiLorenzo te haría cambiar de opinión. Supongo que no pensarás que Walter Williams es un neo-confederado así que te enlazo su prefacio al libro de DiLorenzo.

Un saludo a todos

Anonymous said...

Albert, yo también he seguido el hilo en el LF. Gracias por este resumen de lo acontecido. Desde luego que si es cierto que Rockwell y Rothbard estaban en esa línea y las acusaciones son ciertas dejan muco que desear. Solamente dos cosas. Resaltar, como decía Karen,que precisamente Rothbard tenía como potenciales aliados a la izquierda no-colectivista (Konkin en su New Libertarian Manifesto lo cuenta con más detalle, y cómo el CATO no se llevaba muy bien con los rothbarianos por ello). La otra cosa es para Libertymad: ¿qué quieres decir con las ultimas frases?¿en algún sitio regalan viajes a Auburn?¿conoces gente que se vende por un curso en el Mises?

Anonymous said...

La izquierda no colectivista y la nieve negra.

Iracundo said...

Me parece correcto que por fin se dé difusión a las entrañas del movimiento libertario norteamericano. Demasiado tiempo, tal vez por su notoria irrelevancia, se ha dejado a esta gente actuar como si fuesen la viva boca de la verdad y la libertad.

Las actitudes que aquí se van desvelando eran un secreto a voces desde el momento en que los propios discípulos reconocen que Rothbard brindaba por la caída de Saigón (hasta lo justifican en ensayitos infumables y todo) y pactaba con los izquierdistas radicales "estrategias electorales". Se da buena cuenta, en definitiva, del peligro que supone todo totalitarismo (el anarcocapitalismo es uno) y la bajeza moral a la que están dispuestos a protagonizar sus máximos exponentes con tal de "acelerar la historia". Y después se habla de los straussianos.

Una ideología como la anarcocapitalista acaba por justificar cualquier cosa. En último término desvela por su propio discurso que en su utopía la propia defensa de la libertad carecería de sentido. Pareciera entonces que todo el tenderete ancap no es sino una colosal solución trivial a todos los problemas que entraña la sociedad moderna y democrática: un refugio para todas esas ideas que resultan hoy día idenfendibles (confesionalidad del Estado, racismo segregador, explotación inhumana, etc). La verdad es que hiede.

No obstante a lo anterior resulta evidente que el anarcocapitalismo no va mucho más allá de un puro ejercicio académico por parte de gente que, gracias al Estado obviamente, está completamente al margen de la realidad (del Derecho y... de la sociedad en definitiva). Y porque es un tinglado académico no es de extrañar el que contenga en sí mismo un gran componente de corrupción académica. A saber: becas por la cara a los amigos, cursos de autobombo para los amigos e infinitas sinecuras para todos los que estén dispuestos a "moderarse" a favor del anarcocapitalismo. Por España tales maniobras también son hechas de vez en cuando. En mi caso es evidente que fracasaron. Terco que es uno.

En conclusión: los ancaps no se enfadarían de que Ron Paul se declarase antisemita o cualquier cosa infamante en tanto no agrediese SU propiedad. Lo que quiere decir, amigos, que estos sujetos tienen la integridad y fuerza moral de un piojo.

Salud y libre comercio

Anonymous said...

Está bien eso de apelar a presuntos pagos de favores; dota a todo el post de un fondo argumentativo de primer nivel justo donde deben ir las conclusiones. Toda una declaración de principios.

A mí, llegados a este punto, lo que me gustaría saber es el por qué de tanta inquina hacia quien representa lo más liberal que se ha presentado a unas elecciones no ya en EE.UU., sino en el mundo entero. ¿Sobre el resto de candidatos, con más posibilidades reales de salir elegidos por cierto, nada que decir respecto a sus planteamientos liberales? ¿O simplemente Ron Paul es la disculpa para lanzar dardos envenenados a compañeros de la causa?

Entrando en el fondo del asunto, Stewie ha dado la clave. Yo siempre he acusado a los ancaps de carecer de una estrategia política digna de tal nombre y simplemente me atraen en el ámbito de la abstracción. Obviamente sus alianzas han sido siempre muy curiosas cuando no directamente repulsivas (la última, con Moore, por cierto). Pero eso en absoluto pone en cuestión sus planteamientos teóricos, sino simplemente eso, sus estrategias.

Ah, y sí. Lincoln fue malo. Bastante, además. Es un personaje muy interesante, pero somos cuatro gatos los que ponemos en cuestión al barbas frente a los panegíricos que rondan por doquier. ¿Por qué tantos nervios? Tranquilos, que el caballerete, esclavista en sus inicios, por cierto, seguirá gozando de buena prensa. Porque ya se sabe: Lincoln pudo defender la causa esclavista y luego reconvertirse por mera estrategia; pero Paul no puede tener aliados asquerosos aunque no comparta con ellos sus principios. Menudas tragaderas tenéis algunos, compadres.
Que Isidoro, el “come-ancaps” imperialista, sea un defensor de la causa norteña es, he de reconocerlo, reconfortante.

Ah Coup, puestos a hablar de tristezas te comento una: es descorazonador que algunos mostréis tamaña simpleza a la hora de tratar argumentos ajenos.

Iracundo said...

Supongo que el circo no podía ser completo sin reiterar el apoyo al estatismo sudista en contraposición al "norteño". Es estupendo que los ácratas nos muestren su... "presencia de ánimo".

No es que se perdone el al parecer inconfesable pasado de Lincoln (algo mucho más que discutible claro) sino que el pasado de Ron Paul es mucho más imperdonable en tanto mantiene un discurso aislacionista y "estratégicamente" (maquiavélicamente, como ahora sabemos) tolerante habiendo mantenido en el pasado un discurso estratégicamente intolerante. Da buena idea de la clase de principios que tiene este caballero. Es un lobo con piel de cordero, como muchos otros que hablan desde el anarquismo(acaso será necesario recordar aquí que Marx era anarquista).

Gritemos pues: larga vida a Dixie!

Salud y libre comercio

Stewie Griffin said...

Autoproclamarte anarquista no te convierte en tal. Yo entiendo como sociedad anarquista, como lo haría Rothbard,"aquella en la cual no existe la posibilidad legal de agresión coercitiva contra la persona o la propiedad de cualquier individuo".

Cualquiera que se diga anarquista pero contradiga esta definición, puede estar seguro de que yo no le tendre por tal.

Luego, Marx no era, en realidad, un anarquista. Decia serlo. Ya vimos las consecuencias de sus teorias, los males del estado nunca se curan con más estatismo.

Iracundo said...

La teoría marxiana en ningún momento prescribe políticas socialistas sino que elabora profecías históricas de pulsión anarquista (el hombre nuevo, el hombre nuevo...). Lo mismo que hacen otros.

Marx no aprobaría algo como el Gulag por lo que se deduce que lo que piense que debe ser el futuro un maquiavelo de medio pelo como Rothbard como que da igual. Es totalitarismo: bonitas promesas, trivialidad para amparar la impotencia propia, obsesión con una edad de oro (nunca mejor dicho) pasada y mejor, crítica despiadada de la democracia... Uffff, ciertamente apesta a totalitarismo.

Salud y libre comercio

Anonymous said...

Veo que Marx te sigue causando una extraña fascinación. Eso de que no aprobaría el Gulag no sé de dónde te lo sacas:

The purposeless massacres perpetrated since the June and October events, the tedious offering of sacrifices since February and March, the very cannibalism of the counterrevolution will convince the nations that there is only one way in which the murderous death agonies of the old society and the bloody birth throes of the new society can be shortened, simplified and concentrated, and that way is revolutionary terror.

http://www.marxists.org/archive/marx/works/1848/11/06.htm

Tampoco sé de dónde sacas que no prescriban políticas socialistas, cuando precisamente el socialismo se entiende como el estadio anterior al comunismo. ¿Qué son entonces los famosos diez puntos del Manifiesto Comunista? ¿Proyectos liberales?

Al fin y al cabo, según tú, el concepto de libertad marxista es perfectamente asumible para un liberal.

Iracundo said...

Bueno, supongo que no era Marx quien decía que las recetas de la proto-socialdemocracia, la ingeniería social gradual de corte socialista, eran "pequeño-burguesas". Es casi indiscutible que para Marx el paso a la sociedad socialista es un proceso histórico y no político. Sobre esa base el propio partido comunista carecía de sentido. Marx en último término era anarquista puesto que, como sociólogo, veía en el Estado una institución típicamente capitalista (¿se equivocaba en esto?). Tú la ves como maligna también y te basas en la lucha de clases a la hora de referirte al papel del Estado y la "inconsciencia de clase" de los que pagan al fisco... Tal vez te moleste, no sé, pero es así.

¿Sería partidario Marx del exterminio burocráticamente organizado de disidentes políticos? Es dudoso. De profetizar la expropiación de los expropiadores a aceptar una burocracia expropiadora hay cierto trecho.

Mi concepto de libertad no es el negativo, tampoco el positivo extremo. Intentar que algunos abracemos conceptos absolutos es una petición de principio colosal por cuanto para darte cumplida respuesta habríamos de convertirnos en dogmáticos.

Salud y libre comercio

Salud y libre comercio

Stewie Griffin said...

Más bien el obviar los conceptos concretos te lleva directo al totalitarismo. Que algunos no obremos así nos convierte segun tú en dogmaticos, pues vale.

En tanto un anarcocapitalista considere adecuada la vía pòlítica a la sociedad libre, pasando por una suerte de "dictadura del emprendetoriado", en la que todo se privatizaria de acuerdo a unas normas positivas, caera en el error de marx.

La suerte es que ese no es el mecanismo más probable de restitución y distribución de los titulos de propiedad de las propiedades públicas (como se puede deducir, personalemnte no lo considero algo ni siquiera posible, sin avandonar el objetivo ultimo).

F said...

"Una ideología como la anarcocapitalista acaba por justificar cualquier cosa. En último término desvela por su propio discurso que en su utopía la propia defensa de la libertad carecería de sentido. Pareciera entonces que todo el tenderete ancap no es sino una colosal solución trivial a todos los problemas que entraña la sociedad moderna y democrática: un refugio para todas esas ideas que resultan hoy día idenfendibles (confesionalidad del Estado, racismo segregador, explotación inhumana, etc). La verdad es que hiede."

Esta información, muy interesante por cierto y su discusión más, me ilustra en los que yo deducía hace tiempo de por qué lo la imagen del Libertarian Party en sus inicios se parecía más al anarquismo mientras ahora parece un mellizo menor del partido Republicano, también cómo tienen cierto discurso diferente y personajes diferentes el Mises y el Cato. Ahora entiendo varias cosas.

Pero ante todo quiero decir algo, este escándalo, si se quiere, no invalida la idoneidad de una ideología; como suelo comentar, para el el teórico la coherencia es importante para dar autoridad moral, sin embargo en última instancia el teórico es válido por sus teorías y propuestas.

Este escándolo no invalida ninguna ideología, sino una práctica, la partidista, como brazo legitimador del estatismo, el poder corrompe, y tratar de llegar a él confunde, ciega, desvía. Y por tanto la realidad invalida aquí toda ideología fundamentada enel sistema de partidos y la representación.

Siempre dije que Rothbard no me parecía muy claro en sus alianzas, y no lo aprecio precisamente por eso, y yo lo atribuyo aldistanciamiento de la tradición anarquista donde han existido y continúan principios como la acción directa, la política prefigurativa, la ética de la acción [fines iguales a medios], etc.

Aquí quiero anotar un punto adicional: otro anarquista como fue Miajíl Bakunin también mostró interés por la Confederación Americana, y no por racismo, el cómo ninguno apoyaba la liberación de los negros y la abolición de la esclavitud, sino en su sistema de gobierno confederalista, al cual le veía similitud con el principio federativo de Proudhon (que intenta acoplar la libertad individual en una organización social eficiente).
Un notable abolicionista como Lysander Spooner se opuso a que el Norte impusiera su voluntad en nombre de una causa legítima argumentando que no es el Estado, menos aún uno centralista, quien debe lograr esa conquista -sino los negros mismos y los abolicionistas- y que la secesión es un derecho.