Los nuevos inquisidores del leninismo gay han encontrado una víctima propiciatoria para sus algaradas liberticidas: el restaurante La Favorita de Madrid.
Según informan los medios de comunicación, una pareja homosexual ha visto su solicitud de banquete de boda rechazada por la empresa dueña del local. El Cogam todavía no se ha heco eco de la noticia, aunque PSOE e IU ya han exigido al alcalde que condene el hecho.
A estas alguras me da igual que el restaurante admita o no celebraciones de bodas, aunque en caso de que no lo haga, más que de discriminación habría que hablar de privilegio, porque en vez de decirles que no desde el principio La Favorita consideró la petición para al final rechazarla. Pero como digo, aunque el restaurante se haya negado a celebrar la boda por su carácter gay, no tengo nada que objetar al respecto. Los negocios y las asociaciones son libres de regirse por los principios que les plazcan, y no creo que negarse a celebrar una boda gay sea un atentado contra los derechos fundamentales de nadie.
Estos fascistas queer van a terminar pidiendo que cierren las iglesias -las mezquitas no, claro- porque los curas se niegan a casar a homosexuales. Ante este atentado a la libertad de empresa y de asociación, no caben más respuestas que éstas:
1. Vayan a cenar al restaurante cuanto antes y recomienden el lugar en su empresa y a sus amigos.
2. Contacten con restaurantes gay de Madrid y soliciten una reserva para una despedida de solteros o una boda hetero. En caso de que perciban cualquier reticencia, háganlo saber.
Y por si no fuera poco, un grupo de liberticidas acaba de crear el Servicio Uranista, una asociación de 10 personas, cuyo objetivo es monitorizar y denunciar la homofobia en los medios de comunicación. Sus miembros, que prefieren permanecer en el anonimato por "razones personales", se dedicarán a llevar ante los tribunales las manifestaciones que a su juicio sean homófobas, e incluso recurrirán al outing. Su blanco predilecto será la iglesia católica, y animan a todo aquel que observe comportamientos homófobos que los denuncie o los notifique a Servicio Uranista.
La peligrosa imbecilidad de tal iniciativa es el nadir del neofascismo progre que nos invade. Y como todo es anónimo, yo soy libre para pensar que ni son diez, ni gays ni nada, sino que el tal servicio es una impostura made in PSOE para intimidar a la COPE. Yo que ellos me andaría con ojo, no vaya a ser que haya más armariados en la SER o en los informativos de Tele Cinco que en la emisora de la conferencia Episcopal. Y como los Uranistas no se dignan explicar su criterio a la hora de considerar algo como homofobia, las denuncias y outing pueden comenzar a llover como las aguas de Marzo en la campiña brasileña.
¿Una nueva inquisición? Sí, y de la peor calaña. Me recuerda a las patéticas maricas reivindicativas que se dedican a soltar pluma el día del orgullo gay y a decirnos a los demás lo que tenemos que hacer con nuestras vidas. Eso sí, en sus casas nadie sabe que son gays, y mucho cuidad con enviarles un email al trabajo, no vaya a ser que alguien descubra un indicio de homosexualidad en el tipo de letra, alguna coma o en el "saludos" final. ¡Menuda panda de ridículas!
Así que desde ahora y con mis modestísimos medios convierto esta bitácora en órgano de expresión de todas las denuncias contra el totalitarismo queer que cualquiera desee publicitar, siempre y cuando incorpore una exposición de motivos, que aunque breve seguro que es mucho más de lo que los Uranistas están dispuestos a hacer.
La amenaza que el nuevo tribalismo supone para el Estado de Derecho y las libertades individuales, para mí insoslayables, implica que ningún ataque debe quedar sin respuesta. Así lo exige el principio de la legítima defensa propia. Ejerzámoslo pues con respeto, mesura y sin acritud.
Al que maltrata y persigue homosexuales, código penal. Al que expresa su opinión de forma libre y sin ánimo de ofender a nadie, persuasión y diálogo. Al nuevo inquisidor, reprobación y reproche, y llegado el caso, contraataque.
13 comments:
Curioso. Similares argumentos se oían hace 40 años por parte de los senadores sureños, cuando el Congreso de EEUU, animado por ese liberticida de Lyndon Johnson, aprobaba la ley de derechos civiles de 1964, que prohibía la segregación en negocios privados.
Si va a ser cierta aquella frase de Marx: "Cuando la historia se repite, la primera vez lo hace como tragedia y la segunda como farsa"
Si va a ser cierta aquella frase de Marx: "Cuando la historia se repite, la primera vez lo hace como tragedia y la segunda como farsa"
El Marx ese que dices fijo que trabaja para Polankone y es del PRISOE.
Sí, pero aunque los argumentos fueran similares, la situación no lo es por lo que puede que ahora sí tengan sentido.
Me pregunto si un dueño de un restaurante tiene que poder atender una petición de fiesta de una peña atlética, siendo él del Madrid. ¿Puede decir que no?
Vamos a ver ¿es cierto o no que en los antros gays más extrictos está prohibida la entrada a las mujeros o a los hombres en los de las lesbianas? pues digo yo que si al dueño de un restaurante no le apetece que se celebre una boda homosexual en su negocio tendrá el mismo derecho a negarse ¿o no?
La facilona comparación entre los gays y los negros, además de ser una infamia y un insulto para los descendientes de esclavos, es la típica proposición que ni siquiera tiene el raro privilegio de poder ser falsa, como dijo Bertrand Russell. Y respecto a lo de Marx, por desgracia tampoco tuvo suerte con esa frase. La historia no se repite, al menos no de la misma forma. Me pregunto si acertó en algo.
Por cierto,queda en el Senado de EEUU un hombre que voto contra esa ley. Se llama Byrd y es senador del partido demócrat por Virginia Occidental. El KKK fue un invento de los demócratas, y Martin Luther King era republicano.
Efectivamente, en algunos bares gays no sólo aplican un estricto criterio de admisión, sino que a veces expulsan a personas que tienen la osadía de decir que no son gays.
A ver si los giliprogres y los perroflautas tienen huevos de ir a Lavapies y entrar en una carniceria musulmana, pedir chuletas de cerdo y denunciar por discriminacion en caso de no tenerlas.
Yo veo aberrante que un local, aunque sea una asociación privada, se niegue a ofrecer el banquete por ser una boda gay. Si a mi me hicieran lo mismo por ser judío, como mínimo, recurro a los tribunales.
Creo en la libertad de empresa, y aunque en una mezquita se trate a las mujeres como mascotas o la Iglesia se niegue a casar a homosexuales, que sería irracional que lo aceptaran, una empresa no puede cometer discrminación por la razón que sea aduciendo la libertad de empresa.
Eli, es lo mismo que un cristiano celebrando su banquete de bodas con cura y todo en un restaurante judío de Madrid el sábado noche. A mí me parecería normal que los dueños del local les dijeran que mejor fueran a otra parte. ¿Debería recurrir la pareja cristiana la decisión ante los tribunales?
Yo creo que esto es una maniobra para crear una polémica artificial y desviar la atención.
Ya, Libertymad, ¿¿¿Pero si el cristiano es negro pero el dueño del restaurante judio es invalido?????
Muchos de los comentarios recogidos en este blog aseguran que los hosteleros y los empresarios tienen toda la libertad del mundo a la hora de regular el "derecho de admisión". Pero esto es una falacia, ya que el "derecho de admisión" de los locales se halla regulado por una normativad de la Comunidad de Madrid. Al tratarse de un lugar abierto al público, la empresa debe explicitar claramente cuales son los artículos que esta pareja de homosexuales incumple para no poder acceder al citado local.
Sólo puede negarse la entrada en en local si se cumplen uno de estos supuestos:
1. Encontrarse en estado de emrbiaguez.
2. Portar objetos que puedan causar daños.
3. Portar sustancias psicotrópicas e ilegales.
4. Falta de aseo personal.
5. Llevar indumentaria inadecuada a las exigencias de la empresa.
6. Ser un alborotador comprobado.
7. Provocar o insitar desórdenes en el local.
El caso de estos homosexuales parece no incumplir, a priori, ninguno de los supuestos anteriores. De esta forma, los dueños del local estarían cometiendo un presunto delito (artículo 512 del Código Penal). Lo más probable es que los dueños del local esten incurriendo en un delito tipificado por nuestro Código Penal, al basar su negativa de entrada en la orientación sexual de la pareja. Y es que, aunque algunos de los que han escrito en esste blog lo desconozcan, cualquier discriminación en base a la raza, creencias u orientación sexual de un individuo es ilegal e inconstitucional. Si es que a veces, aquellos que con tanto ahinco defienden la Constitución como garante de nuestro sistema de libertades (y la indisoluble unión de los territorios que conforman España), son unos demagogos y unos hipócritas que hacen un uso partidista y sectario de una norma hecha para todos.
Pues efectivamente Anastacio. Esas situaciones irregulares han de ser denunciadas, ya que atentan contra la libertad y los derechos individuales. Te animo a que denunces al citado local, por clara violación de las leyes que regulan el derecho de admisión.
Por otro lado comentarte, que yo frecuente locales de ambiente gay y he de decirte que son locales con una gran diversidad de personas, hetereosexuales u homosexuales, ergo, ambientes abiertos.
Tanto el caso de la Favorita como el del local que tu comentas, deben ser denunciados; no es posible que en un Estado de Derecho sigamos debatiendo conceptos tan elementales como el de la libertad individual y la no-discriminación por los motivos anteriormente expuestos.
Xerach,
Te equivocas, amigo.
Me consta que nadie impidió el paso a La Favorita a la pareja en cuestión. De hecho fueron invitados a acudir cuando quisiesen a cenar o comer, como cualquier cliente.
Otra cosa es lo de la cena. Y es que la celebración de bodas no es la especialidad de La Favorita, ya que prefiere atender a sus clientes de forma individualizada. Que en alguna ocasión se hayan celebrado bodas allí no tiene porqué obligar a los propietarios en el futuro.
¿Que dirías si por ejemplo se hubiese negado a celebrar la cena de confraternización de la asociación de antiguos combatientes de la División Azul? Seguro que eso te hubiera parecido bien.
Por lo tanto, no hubo discriminación ya que no se impidió la entrada a nadie al local y sí un intento de una pareja gay de obtener un trato de favor amparándose en su orientación sexual equívoca.
No es justo que se ponga en tela de juicio el esfuerzo de una asociación cultural, que ha hecho muchísimo por la difusión de la ópera, sólo por el capricho de una pareja gay. Si los gays quieren empezar a ser considerados normales, deberían empezar a comportarse con normalidad.
Pero, ¿cómo puedes ser tan cateto, y no contrastar presuntas informaciones? Jajajajaja, sos patético, tío. Servicio Uranista simplemente era un cebo para que tú y catetos fascistas como tú cayérais jajajajajajaja. Salud y República, jajajajajajajajaa
Post a Comment