¿Qué debe uno hacer cuando pilla a alguien intentando darle gato por liebre?
En los últimos días mi buzón se ha llenado de folletos y revistas anunciando ofertas extraordinarias. Ayer estuve en Eroski y me llevé un montón de aceite, pasta, botellas de gel y de suavizante del bueno y rollos de papel de cocina a precios bajísimos.
Sin embargo, la alegría no ha durado mucho. Esta tarde he estado en el supermercado Carrefour del barrio acaparando doradas, leche de soja, arroz basmati, latas de atún y de paté y algunas cosas más. Algunos precios no coincidían con los de la revista, pero como es una de esas ofertas "2 mejor que uno" pensé que ocurriría lo de otras veces, que en la caja marcan los precios de la oferta. Pero por desgracia no ha sido así. Cuando la cajera ha comenzado a pasar los productos, me he dado cuenta de que no había descuento ni nada, así que le mostré la revista. Ella responde que sólo vale para los hipermercados y yo me quejo porque la advertencia no figura, y además la revista está siendo repartida en un barrio donde no hay hipermercados Carrefour. El más cercan está a más de 40 minutos de metro y a más de 20 de coche.
Me he sentido tan indignado que me he despedido de ella con una gran sonrisa y he salido del establecimiento dejando todos los productos en la cinta. Lo siento por ella, pero era lo único que podía hacer. Después de todo, uno no se dedica a acaparar comida como su estuviéramos a punto de sufrir una guerra civil a menos que sea a precio de ganga.
Antes de lanzarse a comprar, lean la letra pequeña. Suele estar en la contraportada, abajo del todo, al final de un párrafo que comienza hablando de otra cosa.
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