El neopopulismo latinoamericano se parece cada vez más a una corrala galdosiana. Alertado por Chávez, Evo Morales anuncia una conspiración de las petroleras contra su país. Como esto no es nuevo, pues ya en la Antigua Grecia los gobernantes creaban conspiraciones para luego establecer tiranías con la excusa de la protección de la patria en peligro, los siguientes y previsibles pasos serán:
1. Petición de dinero, es decir, extorsión pura y dura, a las petroleras para qué sé yo programas sociales y demás, que como el caso venezolano evidencia, no resuelven nada. La pobreza no se reducirá, y esto será interpretado Cóndor Morales como prueba del boycott capitalista a su proyecto emancipador e igualitario.
2. Restricción de los derechos fundamentales. Así el referéndum sobre la nueva constitución se producirá en condiciones no democráticas, o no poliárquicas, si queremos usar la jerga de la Ciencia Política, y supondra un triunfo para los defensores de la democracia participativa, que no es otra cosa que la tiranía apoyada por votos. También esto lo inventaron los griegos.
El mecanismo es parecido al que están poniendo en marcha los gobernantes palestinos, que pretenden expulsar a los pocos observadores europeos de su territorio para poder gastar la limosna occidental como les plazca. Desde luego que nos están dando una lección maestra de manipulación política, aunque algunos líderes y medios de comunicación europeos ya están reaccionando y se atreven a desvelar las claves de esta gigantesca impostura. Mientras tanto, ZP nos arrastra al corazón del Islam y el presidente del Parlamento Europeo hace el ridículo entre copa y copa defendiendo Eurabia.
Supongo que próximamente el diario El País publicará el artículo de algún perfecto idiota español miembro de un departamento de estudios Iberoamericanos, expresando su tímida preocupación por la deriva ligeramente autoritaria de Evo, que sin embargo no debe oscurecer la esperanza del nuevo amanecer izquierda en América Latina. El artículo dedicará sus dos párrafos de rigor al presidente Bush, uno a Aznar, y otro al héroe ZP.
Una de las pocas cosas que me gustan del actual sistema educativo es la asignatura Cultura Clásica en cuarto de la ESO. Al menos los jóvenes españoles tendrán la oportunidad de constatar que en política, y también en despotismo y manipulación, casi todo está inventado.
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