Mi madre me cuenta que según la Cadena Ser la pancarta de la Fundación para la Defensa de la Nación Española (http://www.nacionespanola.org) congregó a grupos de jóvenes falangistas en la manifestación de la AVT del sábado pasado.
Es cierto que en la manifestación hubo alguna bandera preconstitucional -yo vi una entre cientos de enseñas nacionales y autonómicas legales- y que había un chico repartiendo unas pegatinas supuestamente hechas por Falange Auténtica. Esa es toda la fachería que yo vi entre las tres y las siete y media de la tarde. Parece ser que también estuvo Ricardo Sáenz de Ynestrillas, cuyo padre fue víctima del terrorismo. Lo bueno de la AVT es que tanto la familia de Ricardo como las víctimas del ultra podrían ser miembros de la asociación, que no discrimina por razón de procedencia.
La pancarta de la fundación fue portada, entre otros, por Santiago Abascal, joven y guapo, sí, pero no falangista, Amando de Miguel -¿falangista?, ¿desde cuándo?- y César Alonso de los Ríos. Resulta que aquellos que quemaron la camisa azul una hora antes de ir a afiliarse al PSOE en el 76 son los demócratas, y aquellos que arriesgaron todo y sufrieron cárcel en el franquismo defendiendo la libertad y la democracia son fascistas. En otras circunstancias me reriría, pero como yo también estuve allí no puedo sino sentirme insultado y ofendido por la mendacidad de los chicos de Polanco. Por cierto, también pasaron por la pancarta Carmen Tomás e Isabel Durán, conocidas dirigentes de Fuerza Nueva.
También vi del brazo a Ana María Vidal Abarca, acompañada por su familia (multitud de hijas y nietas, todas simpática y elegantes) y a Mapi Heras, viuda de Fernando Múgica. Hablé con varias de ellas y no percibí en ninguna ni odio ni deseo de venganza, sino alegría y emoción. Y entre encuentros con amigos y conocidos, eslóganes a favor de las víctimas y en contra del presidente del gobierno pasé cuatro horas inovidables. Acierta plenamente David Gustau en su artículo de El Mundo de ayer. Creo que el retrato que hace del ambiente de la manifestación es fiel -a él también lo vi a primera hora merodeando por el lugar- y la emoción que desprende sincera.
Hace año y medio hice el ejercicio de responder el cuestonario de la Encuesta Social Europea sobre participación política y dejé casi todas las casillas en blanco. Si alguien me hubiera dicho que dos años después rellenaría todas añadiento además "varias veces" no me lo habría tomado en serio. Y lo que te rondaré, ZP.
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