Arbil y el estado confesional

He estado leyendo el blog de Fernando Pérez Bustamente, que pasó del New Age al protestantismo, de ahí casi a la iglesia ortodoxa y de vuelta al catolicismo. Reflexiones muy interesantes sobre su vida, el catolicismo y la Iglesia (el fútbol de importa menos, y además soy del Real Madrid):

No niego ni discuto las poderosas razones que asistían al Papa para excomulgar al arzobispo francés pero sí tengo la completa seguridad de que Monseñor Lefebvre era infinitamente más ortodoxo en la doctrina que una gran pléyade de obispos, sacerdotes, teólogos, rectores y formadores de seminarios opuestos en mayor o menor medida al Magisterio de la Iglesia y contra los que no se ha usado el mismo rasero disciplinar.

En muchos seminarios la preparación teológica, pastoral y espiritual de los seminaristas se convirtió en semilla de vocaciones frustradas, de sacerdotes heterodoxos y de futuras cátedras de teología abiertas de par en par al veneno de la teología liberal.

¿en qué consiste esa fidelidad al evangelio en medio de todo esto? ¿basta con ser "santos" individualmente o estamos llamados a algo más, a trabajar por la santificación de la Iglesia desde los pies a la cabeza, desde el pueblo llano a las más altas jerarquías? ¿y eso cómo se hace? ¿dónde están entre nosotros y hoy esos grandes santos quienes, como San Francisco de Asís o San Francisco de Sales, movieron la palanca de la santidad y la reforma de la Iglesia hacia adelante?

Aprecio de verdad a mi actual párroco, que es verdaderamente un hombre de Dios, pero me deprime mucho la forma de funcionar a nivel pastoral de la iglesia en la comarca. No me siento útil en nada a nivel parroquial y diocesano. La culpa es probablemente mía porque por una parte soy quizás demasiado conservador en lo doctrinal, moral y litúrgico y por otra soy demasiado carismático en mi forma de entender cómo se ha de producir la nueva evangelización que a veces me pregunto si no es una palabra que sirve nada más que para ocupar sitio en determinados documentos eclesiales.

En definitiva, no me apetece lo más mínimo seguir viviendo aquí pero no tengo, a día de hoy, ninguna posibilidad de salir. Y si consiguiera salir, ¿a dónde? A Madrid no quiero volver. A Huesca capital no me desagradaría pero la vivienda está carísima. Y además, un cambio seguramente nos beneficiaría a mi primogénito y a mí, pero podría ser muy duro para los dos pequeños y su madre. O sea, nada. A dejar que pase el tiempo y que sea lo que Dios quiera.

Pérez Bustamente ha escrito alguna vez para la revista Arbil, "un foro de compromiso en favor de los valores, que quiere abrir cauces de participación en la defensa de los principios genesiacos que configuran la civilización, buscando su implantación en la sociedad".

No sé lo que quiere decir "principios genesiacos", así que busco en Google y encuentro un artículo en wikipedia que define Arbil como revista nacional católica. Como el texto me parece un tanto sesgado acudo a la página web de la revista y encuentro artículos como éste de José María Permuy, cuyo primer párrafo reza así:

Frente a los que opinan que se trata de un asunto opinable, la confesionalidad del Estado es un deber moral exigido por la ley natural y, por tanto, universal e inmutable. El Estado debe actuar y legislar en conformidad con la ley natural, y el primero de los preceptos de esa ley es amar a Dios sobre todas las cosas, adorándole y dándole el culto establecido por El. El Magisterio de la Iglesia ha sido constante y unánimemente partidario de la confesionalidad del Estado, y aquello que ha sido enseñado por la Iglesia siempre y en todas partes ha de ser creído como verdad de fe.

Hay muchos otros artículos sobre religión, sociología, historia etc.. como uno de Pilar Marcos Carrión en el número 114 que comienza así:

El 1 de Abril de 1939 acaba, por fin, la Guerra de Liberación en España, considerada como Cruzada por el Episcopado de entonces, después de casi 3 años de lucha encarnizada. Por fin se había conseguido la Victoria sobre la masonería y el comunismo ateo en tierra española, en tierra de María. A partir de ese momento comenzaba la reconstrucción de la nación, que estaba desecha, pero que tenía la firme convicción de ser un pueblo grande, bendecido por Dios, y con todas las posibilidades de participar en su prosperidad. Tenían por delante un gran trabajo, y Franco, dirigente de ese triunfo, encabezaba también el resurgimiento de una España herida por sus muertos, pero orgullosa de haber cumplido, una vez más con su Destino Histórico de ser baluarte de la Fe.

Sobre la democracia liberal, José Martín Brocos Fernández encabeza un artículo sobre Ortega y Gasset de la siguiente forma:

¿Es legítimo un sistema político qué destruye la Fe, la Patria y la Familia? La respuesta es no. Y sin legimitidad no hay legalidad (D`Ors)

No faltan textos sobre la homosexualidad, como el que firma un tal "Recibido":

Que según diversos estudios (1), existe una relación significativa entre homosexualidad y pederastia: entre el 22% y el 60% de los homosexuales eran pederastas. Que, según estadísticas del gobierno de EEUU en 1992, entre el 17% y el 24% de chicos menores de 18 años son víctimas de abusos homosexuales, comparado con el 0’09 de chicas víctimas de abusos por heterosexuales (Judith A. Reisman, American University). Que la práctica homosexual reduce en 20 años la esperanza de vida, aumenta 5 a 10 veces el riesgo de SIDA, y que entre el 70% y el 78% de los gays aseguran haber tenido una enfermedad de transmisión sexual. Que el Colegio Americano de Pediatras cree que es inapropiado, demasiado arriesgado y peligrosamente irresponsable para los niños el cambiar la tradicional prohibición sobre la paternidad de los homosexuales, ya sea mediante adopción, tutela o reproducción artificial. Esta posición está basada en los mejores datos científicos disponibles. ¿¿Son estos los padres idóneos para adoptar a un niño?? ... tal vez, en el futuro, el tuyo?

Esta última pregunta me parece especialmente estimulante. Seguro que muchos de esos padres no son los idóneos para adoptar un niño, aunque me pregunto si gente como Rodrigo de Santos es la más idónea para criarlos. Supongo que en breve Arbil nos ilustrará sobre la cuestión.

Entre otras cosas, la revista defiende el español en internet y hace la siguiente recomendación a sus lectores:Cuida a tu patria: reclicla y ahorra energía

Desconocía la existencia de Arbil, una publicación fascinante. Modestamente, no creo que a nadie se le ocurra calificar opiniones como las que reproduzco de liberales, aunque tal vez me equivoque. Por otra parte, no me parece que el neologismo "teocon" sea inapropiado para referirse a Arbil y a las personas que comparten un ideario tan peculiar, que me resulta bastante diferente a lo que escucho en los programas religiosos de Cope.