El hombre embarazado

No entiendo el morbo y la atención en torno al caso de la transexual que se operó los pechos y se hormonó para tener aspecto de hombre y que ahora decide quedarse embarazada. Es como si un tío se pone tetas, se hormona y luego deja embarazada a una tía. ¿Y qué? No creo que nadie titulase la noticia "Mujer deja embarazada a otra".

Recuerdo la película de Almodóvar sobre el asunto, Todo sobre mi madre, en la que la cuestión está tratada con poca corrección política y mucho realismo. Supongo que una película así sería imposible de hacer ahora, porque le llamarían de todo menos bonito por sugerir que eso de que un transexual deje embarazada a una mujer es algo como mínimo chocante, y que puede crearles problemas a todos, especialmente al hijo. La simpatía que el director siente por los personajes no oculta la falta de responsabilidad y la ligereza del transexual y de la monja, por no mencionar el caso anterior, el de Tony y Manuela en Barcelona. Él la deja embarazada y ella se va porque sabe que no va a poder formar una familia con él debido a su orientación sexual, que luego se convierte en transexualidad. Es una película que retrata a la perfección las graves consecuencias que tiene comportarse sin pensar en las repercusiones de nuestros actos, sobre todo cuando son conocidas y además afectan a una tercera parte.

Siento no llamar a Thomas hombre, pero creo que mientras no se opere todo será difícil considerarle así, a menos que pensemos que llevar una camisa de leñador, tener poco pecho y cortarse el pelo son el colmo de la masculinidad. Transexual sí, pero lo que se dice hombre, no, a pesar de que la ley española permite el cambio de género sin operación de reasignación sexual. Creo que la posesión o carencia de órganos genitales no es mal criterio para decir que alguien es hombre o mujer. Me gusta el término transexual porque creo que define lo que son estas personas, nacidas con un género biológico pero que prefieren aparecer como de otro sin renunciar a los genitales con los que nacieron.

Nadie puede prohibirle a una mujer o a un/a transexual sobre el/la que no pesa ninguna incapacitación quedarse embarazada o procrear con quien así lo quiera (supongo que algunos incluirían la transexualidad y 100 circunstancias más entre las prohibiciones para tener hijos, y también recluirían a las madres solteras, como hacen en Singapur, para que no den mal ejemplo, y todo en nombre del liberalismo). Otra cosa es que descuide a su hijo y que alguien tenga que llevárselo para garantizar su superviviencia.

Legislar la ética y la moral hasta llegar a la cama de la gente me parece tan peligroso como legislar la economía. El problema es que si unos quieren hacerlo en un sentido, otros dirán que puestos a meternos en la vida de la gente y a decirles cómo tienen que vivir, ellos también tienen un modelo que imponer. En ambos casos el problema es el mismo: las leyes no son mágicas, no nos hacen necesariamente más responsables, pero tal vez sí más hipócritas.

¿Hay que obligar a las mujeres transexuales a hacerse una ligadura de trompas para impedir que se queden embarazadas? En principio parece lógico, puesto que si quieren ser hombres deberían asumir todas las consecuencias de su elección. De todas formas, yo no les obligaría a renunciar a la maternidad, aunque tampoco llevaría la noticia de su embarazo a la portada de ningún periódico. No me parece algo importante.