Venganza

Se han vengado de Dani por cuentas pendientes que tenían con él. En realidad es Dani quien podría haberse vengado de ellos, pero no lo hizo. La maldad existe.

Y algunos tontos entran y discuten con ellos, aunque ya no se sabe si quien firma es quien dice ser o no. Los saboteadores dicen que tienen otro bloggero infiltrado. Se admiten apuestas. Por otra parte, se podría decir que algunos tontos como yo lo comentan, pero no tengo por qué callarme. Yo no creé el problema.

Al menos a mí no me engañaron. No es falsa modestia, pero recuerdo las veces que les dije a María Blanco y a Antonio Chinchetru que había alguna cosa en RL que más que a liberal me sonaban a Gramsci. Hoy Libertad Digital publica una reseña mía sobre un libro leído recientemente que me ha servido mucho para reflexionar. Llegué a pensar que estaba loco, pero gracias a Dios no lo estoy.

Gracias a Juan Trías, mi profesor de Historia de las Ideas Políticas, y a Víctor Pérez-Díaz, me enteré de la diferencia entre un liberal y Gramsci, y entre un liberal y otras cosas. Al menos yo lo vi y avisé mencionando ese blog por su nombre.

Lo siento mucho por Dani. Sabotajes como los sufridos por RL me parecen deleznables. Si no existe una mínima cortesía basada en que las identidades son reales, y no fingidas, ¿de qué vale todo esto?

¿Descalifica el sabotaje a Red Liberal y al liberalismo? No. Pero debería hacer pensar a algunos, corregir errores y después seguir adelante. Tal vez dentro de un tiempo le agradezcamos a los saboteadores el inmenso favor que les hicieron. También me lo hicieron a mí, que me apeé del tren antes de que se estrellase. Pero se arregla y después sigue funcionando no igual, sino mucho mejor.