Mark F. Hemschoot, víctima de los atentados del 11 de septiembre

Quisiera dedicar unas líneas a una de las víctimas de las atrocidades cometidas por los yihadistas hace cinco años. Nunca olvidaré ese día, pues yo me encontraba hospitalizado por una salmonela que no me detectaron a tiempo y mi hermana estaba en Los Ángeles, de donde no pudo salir hasta varios días después. Como supondrán, quien nunca podrá olvidar ese día es mi madre.

Por todas las víctimas del odio, y con la esperanza de que los hijos de Mark hereden un mundo mejor que el que le tocó vivir a su padre, les quiero presentar a este padre de dos hijos, Jeffrey de 24 años y David de 21. Mark estaba casado desde 1979 y vivía en Nueva Jersey.

La muerte lo encontró en el piso 105 de la torre 2 del World Trade Center mientras trabajaba como vicepresidente de la empresa Aon.

A pesar de las largas horas que debía pasar en su oficina, Mark siempre sacaba tiempo para ir a ver a sus hijos jugar baloncesto, a quienes había entrenado cuando eran niños, y también se las arreglaba para trabajar como bombero voluntario. La diabetes que padecía desde los 15 años nunca fue un impedimento.

Mark estudió en la universidad La Salle de Filadelfia, donde mañana será honrado con una misa, pues era católico practicante.

Que Mark y todos los demás descansen en paz, y que haya paz y justicia para todos.