Sunday, June 01, 2008

Sin soplo de Dios


Miguel Ángel Rodríguez en la presentación de Gemelas SSDD (Sin soplo de Dios), una historia sobre clónicas asesinas, periodistas sin escrúpulos y políticos idiotas. Ya me la han recomendado dos personas, así que habrá que comprarla.

3 comments:

Sinblancaporelmundo said...

Uff, a este caballero le conozco de "El gato al agua" de Intereconomía. Siempre que sale parece que lleva un lingotazo encima de mil par de demonios y diablos... Pero en fin, si tú dices que el libro es interesante, pues vamos a ver.

La verdad, hubiese ayudado un poco que hubiese puesto cuatro chulazos en vez de las típicas azafatatitas. Es que estos machos...

Libertymad said...

No seas malo, MAR es así, siempre está contento. Ayer terminé el libro a las cuatro de la mañana y lo pasé bomba. Lo único que chirría es la cantidad de laísmos, que no sé si se deben al autor o a un corrector de estilo madrileño. Estando MAR y otros, ¿quién necesita comprar best sellers americanos? Los nuestros son igual de interesantes, morbosos y violentos, y en el caso de MAR las preguntas políticas y morales que plantea tienen una gran relevancia. Me ha hecho plantearme muchas cosas y pensar si tal vez mi postura sobre algunas cuestiones se debía a equívocos.

Sinblancaporelmundo said...

Vaya, vaya, pues qué interesante.

También a mi admirado Luis del Pino se le deslizan alguno que otro (laísmo, leísmo). Tú, que eres colaborador de LD, a ver si se lo puedes decir educadamente, anónimamente, tal vez con una notita... Porque es que es una lástima.

El laísmo es una característica dialectal madrileña -tal vez la única- bastante, bastante molesta. Lo peor de todo es que son muy contagiosos y a uno, que lleva tanto tiempo fuera, de repente le vienen las dudas: ¿Se la dice, se le dice, se lo dice, se le dice a él, a ella...? Ajjjjjjj, además que los correctores del libro no hagan su trabajo es indignante.

El lenguaje en España cambia a marchas forzadas. Otra cosa que he notado es como el subjuntivo se pierde cada vez más y se sustituye por las formas simples del indicativo. Pero, en fin, este comentario ya no tiene que ver nada con la entrada.