Saturday, February 02, 2008

Contra los políticos


Me he tomado un respiro en la lectura de Contra los políticos, de Gabriel Albiac (el texto es muy intenso, mejor a sorbos que de un trago) para mostrar las fotos del acto de presentación del libro tomadas por AlbertoMira.

Las editora del libro (morena en el extremo derecho) anunció el agotamiento de la primera edición y la próxima publicación de la segunda. Ayer por la mañana sólo pude encontrar ejemplares del libro en Crisol. Tanto en La Casa del Libro como en El Corte Inglés estaba agotado.

Durante la intervención de Herman Tersch, quien hizo una crónica de su desengaño político, Gabriel repasó las notas de su discurso y Esperanza Aguirre hojeó el libro, algo que la política suele hacer en las presentaciones a las que asiste y que se me antoja poco recomendable, pues si se supone que ha leído el texto no sé para qué tiene que hojearlo después y admirar la portada con gesto de sorpresa. Sus asesores -hubo varios de ellos en la presentación- deberían decírselo.


Me llamó la atención que tanto Herman como Esperanza subrayaran el optimismo de Albiac, que se ufana de justamente todo lo contrario. Aparte de esto, ambas intervenciones gustaron mucho y no ahorraron elogios al autor. No sé si la presidenta de la Comunidad de Madrid leerá todos los libros que presenta, pero en cualquier caso también en este tipo de ocasiones sus discursos suelen ser mucho más brillantes que los de José María Aznar, cuyo estilo es cada día más aburrido, pesado y alambicado. No sé a qué se deberá esta gran diferencia, si a que contratan distintas personas para la redacción de sus intervenciones públicas o a que, o bien Aznar mete la mano y por ende la pata, o bien Esperanza sabe dar a los textos que otros escriben para ella un toque que los distingue de los que leen otros.

Albiac explicó las razones que le movieron a escribir Contra los políticos. Una mezcla de estupefacción, indignación y escándalo ante lo que estaba viendo en España. Recalcó que una de las cosas que más le preocupan de los actuales gobernantes de nuestro país es que tratan a los ciudadanos como siervos, y que no parece que a muchos de ellos les importe. El libro fue escrito de forma rápida y casi a vuela pluma. Tuvo palabras afectuosas tanto para Tersch, a quien conoció hace años en la antigua Yugoslavia, como para Aguirre, un político que le gusta porque no tiene miedo a decir la verdad, como hizo en su fracasado intento por reformar las enseñanzas medias en la primera legislatura de Aznar. La entonces ministra presentó el proyecto a sabiendas de que sería rechazado en el Congreso, porque en aquellos tiempos el PP no tenía mayoría absoluta. Su objetivo fue dejar claro lo que quería. Me pregunto por qué durante la segunda legislatura Pilar del Castillo se tomó tanto tiempo en presentar una reforma educativa. Un ejemplo más de que en sus últimos cuatro años, Aznar no cumplió su pacto con los electores y no hizo aquello para lo que lo habían votado, o lo hizo tarde y mal. Una oportunidad perdida que espero no vuelva a ser desaprovechada si el PP vuelve a gobernar tras las elecciones del nueve de marzo.

La gente salió contenta y animada. Una presentación muy bonita y provechosa que nos dejó a muchos ávidos por leer el libro y en general seguir buscando, leyendo, aprendiendo... Todavía quedan maestros.









3 comments:

octopusmagnificens said...

Albiac aburre a las piedras.

Stewie Griffin said...

Una pregunta inocente de un posible consumidor de dicho libro que nos recomiendas hoy: ¿Se critica al PP tan objetivamente como al PSOE?, no pretendo hacer mala prensa del libro, si no ahorrarme de comprar un bodrío si resulta ser solo contra algo como el PSOE, que ya sabemos de sobra como es los que escribimos en estos lares.

Los políticos van a estos actos a hacer su papel, parece mentira... ¡seguro que lo leyo! xD

Libertymad said...

Se critica un poco al PP, pero menos que en otro libro de Albiac, Desde el escepticismo. Lo que Albiac hace aquí es elogiar a asociaciones como el Foro de Ermua. De todas formas, no es un libro de campaña pro PP ni de encargo desde Génova -o en su caso contrario, desde Ferraz- como los que suelen proliferar en vísperas de elecciones. Si tu temor era ése, puedes estar tranquilo, el libro no es imparcial, pero sí riguroso. El autor se sitúa por encima de marcas electorales y exige cosas -por ejemplo, continuamente señala los peligros de la extensión del poder del Estado y pide que todas las reformas que se hagan tengan como objetivo reducir el poder "público"- que dudo mucho el PP fuera a cumplir. Más allá del momento, me parece un buen texto para ejemplificar cómo un "government gone wild" puede crear unos embrollos tremendos y reducir el campo de acción de la sociedad civil en el sentido clásico del término.
En cuanto a la presencia de Esperanza Aguirre, puede ser que la pidiera el autor o que la impusiera la editorial. Esas cosas no las suelen decidir los que escriben, sino los empresarios, en virtud del tipo de contrato habitual en el sector.